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JOAN SERRA MINGOT
Esponjoso, dulce… Y con un huevo en medio. Hablamos de la mona de Pascua, uno de esos dulces que, además de estar de rechupete, te permiten ‘jugar’ con ellos. Y sí, con la comida no se juega, pero la tradición de la mona de Pascua dice que hay que cascar el huevo cocido que se coloca en el centro del bizcocho en la frente de otra persona.
La mona es el dulce típico que se consume el Lunes de Pascua en Aragón, Castilla La-Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia. Es costumbre ir al campo y disfrutarla en familia con una buena taza de chocolate. Tradicionalmente el padrino regala la mona a su ahijado el Domingo de Pascua después de misa. Al día siguiente una o varias familias o amigos se reúnen para degustar la mona en buena compañía para celebrar el último día de la Semana Santa.
La mona es una especie de bizcocho elaborado a partir de panquemado y uno o varios huevos con la cáscara pintada (los famosos huevos de Pascua). Pueden tener formas muy diversas, desde las más simples y redondas hasta las que imitan a algún animal, como monos o serpientes. Además, en Cataluña y Baleares se decoran con plumas de colores, muñequitos, grageas y anisetes de chocolate, etc. Durante los últimos años el chocolate ha ido adquiriendo gran importancia en el diseño de las monas de Pascua. En diversas regiones los huevos de gallina han sido sustituidos por huevos de chocolate y muchos maestros pasteleros catalanes han acabado haciendo monas solamente con chocolate, esculturas comestibles que pueden alcanzar grandes dimensiones. De hecho, muchas pastelerías compiten por exhibir en sus escaparates la mona más espectacular, que suele tener la forma de un personaje conocido o un edificio de renombre.
La textura de la mona es similar a la del bizcocho, pero su receta es extremadamente compleja. Podéis pasaros hasta 6 horas preparando este dulce y nadie os asegura que, después de la fermentación, el horneado y los demás pasos, no se ‘deshinche’ cuando la saquéis del horno. Por eso, nuestro consejo es que, dado que sólo se come una vez al año, os acerquéis a una buena pastelería y encarguéis vuestra mona de Pascua.
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El ‘pecado’ más dulce de Semana Santa
MONA DE PASCUA
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