Fervor religioso con una pizca de flamenco
SEMANA SANTA DE SEVILLA
BARCELONA, EL PARÍS DEL SIGLO XVIII
DÓNDE COMER
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Una cofradía
Para aquellos que no sepáis el significado de cofradía (o hermandad) es una asociación de fieles católicos que se reúnen para venerar a Cristo, la Virgen u otro santo, pero también algún momento de la Pasión. Las cofradías pueden ser sacramentales, de gloria o penitenciales. Estas últimas son las que podemos ver sosteniendo las distintas esculturas dedicadas a la pasión de Cristo durante la Semana Santa sevillana, conocidas como pasos. Existen tres tipos de pasos: el Misterio, donde se representa la Pasión de Cristo; el Crucificado, que muestra a Jesús muerto en la cruz; y la Dolorosa, que refleja a la Virgen llorando la muerte de su hijo. Estas imágenes religiosas pueden medir hasta 2,40 metros de ancho por 5,5 metros de largo y están decoradas con una cantidad apabullante de flores y candelabros.
Un paso de Jesucristo bajado de la cruz
Pero, ¿quién se encarga de transportar estas estructuras tan grandes y pesadas? Pues los costaleros, personas que cargan el peso de los pasos sobre su cuello y hombros, protegiéndolos con una tela llamada costal. Los costaleros deben hacer un recorrido por las calles de Sevilla cargando las imágenes, un camino conocido como Carrera Oficial. Este trayecto consta de un itinerario común para todas las cofradías: comienza en la plaza de la Campana, continúa por la calle Sierpes, la plaza de San Francisco y la avenida de la Constitución, terminando en la catedral, a la que acceden por la llamada puerta de San Miguel. .
Costaleros cargando un paso por las calles de Sevilla
Por tanto, en casi en cualquier punto del centro de la capital andaluza podréis vivir el paso de las cofradías, escuchar el sonido provocado por las zapatillas de los costaleros, o emocionaros con el canto de una saeta frente a los pasos. Si tenéis la oportunidad, deteneos un momento a escuchar este canto religioso que tiene su origen en el folclore andaluz y que se interpreta a capela desde balcones o a pie de calle.
Canto de una saeta
Puede que os llame la atención el vestuario de algunas mujeres durante esta semana tan religiosa. La mantilla es el atuendo tradicional que visten el Jueves y el Viernes Santo para acudir a la iglesia. Es un traje negro de luto por la muerte de Cristo, formado por una mantilla de seda adornada con encajes y que cubre la cabeza y los hombros, sujetándose a la cabeza a través de una peina.
La mantilla, el atuendo tradicional del Jueves y Viernes Santo
La Semana Santa Sevillana es una fiesta de Interés Turístico Internacional y, como supondréis, las aglomeraciones de gente se suceden. Lo mejor para disfrutar de esta celebración es trazar un plan, programando el lugar y la hora de las procesiones que queréis ver para no encontraros en medio de una bulla, nombre con el que se conoce a las aglomeraciones de gente que se producen cuando las cofradías están cerca. La mejor forma de salir de una bulla es no ir nunca a contracorriente, dejarse arrastrar y, sobre todo, tener mucha paciencia.
DÍAS DE PASIÓN
Imagen de la Dolorosa
Domingo de Ramos. La Semana Santa comienza oficialmente el Domingo de Ramos. Desde el barrio del Porvenir, sale la primera Hermandad, la de la Paz, que suele ser la más emotiva al dar inicio a las procesiones. Conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén como "servidor" de la Palabra de Dios.
Lunes Santo. En el Lunes Santo se rememora a Jesucristo haciendo su labor de evangelización y recordando pasajes de la vida de Jesús.
Martes Santo. Un día similar al anterior en el que Jesús sigue con su misión evangelizadora.
Miércoles de ceniza. Las imágenes muestran a un Jesucristo que sabe que su final está al caer.
Jueves Santo. En este día Jesús vivió la Última Cena, donde instituyó la Eucaristía y lavó los pies a sus discípulos. Tras la traición de Judas, Jesús es arrestado y juzgado ante Caifás. Durante esta jornada las cofradías paran expresamente ante el monumento eucarístico de la catedral.
La Madrugá. la noche entre el Jueves y el Viernes Santo es la noche más especial. Todas las cofradías hacen estación ante el monumento eucarístico de la catedral. Al amanecer del Viernes Santo se recuerda el juicio ante Poncio Pilatos, la flagelación y coronación de espinas, la condena a muerte de Jesús y su camino con la cruz a cuestas.
Viernes Santo. Por la tarde del Viernes Santo se lleva a cabo la conmemoración de la pasión y muerte de Jesús. Durante este día, muchas personas acuden a los Santos Oficios de las iglesias y las banderas ondean a media asta.
Sábado Santo. Durante el Sábado Santo Jesucristo bajado de la Cruz y llevado al sepulcro. El resto del día es de espera ante la Resurrección.
Domingo de Resurrección. También llamado Domingo de Pascua, es día de alegría por la Resurrección de Jesucristo.
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Lágrimas, devoción y mucha entrega. Todos estos sentimientos afloran en Sevilla durante la Semana Santa desde hace 134 años. Cada Domingo de Ramos, la capital andaluza en engalana para dar comienzo a las celebraciones de su Pascua. Tras un año de reflexión y preparación, las cofradías acompañan a Jesús en su agonía y resurrección, en una fiesta que atrae cada año a miles de turistas.
La Semana Santa de Sevilla es una fiesta curiosa para el visitante, pero no precisamente alegre. Al contrario, se derraman más lágrimas que carcajadas, sobre todo entre los más creyentes y devotos de la religión cristiana. La celebración, que dura siete días, conmemora la pasión y muerte de Jesucristo, mediante solemnes procesiones que realizan las cofradías a la Catedral de Sevilla entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, una semana más tarde.
SEVILLA EN CIFRAS
Población: 700.169 hab.
Densidad: 4972,79 hab./km²
Superficie: 140,8 km²
