1. En primer lugar, pelamos y lavamos bien las patatas. Después las cortamos en rodajas finas, de tamaño no muy grande, y les echamos sal. Hacemos lo mismo con la cebolla, pero cortándola en trozos más pequeños.

 

2. Ponemos a calentar una sartén amplia con bastante aceite. Cuando el aceite esté bien caliente se echan a freír las patatas y la cebolla. Es recomendable freír los primeros minutos a fuego intenso y después bajarlo un poco.

 

3. No olvidéis ir removiendo de vez en cuando las patatas con la ayuda de una espumadera para evitar que se peguen o se quemen. En unos 10-15 minutos las patatas estarán listas, ya que no hay que dorarlas demasiado.

 

4. Una vez las patatas y la cebolla se hayan freído bien, las sacamos escurriendo el aceite y las ponemos en un bol grande. Batimos los huevos en un plato, los vertemos sobre las patatas y mezclamos todo muy bien.

 

5. Ahora viene el momento de hacer la tortilla. Se pone un poco de aceite en una sartén amplia, y se echa la mezcla de patatas y huevos. Dejamos que el huevo cuaje a fuego medio-intenso y después bajamos la intensidad.

 

6. Una vez la tortilla esté hecha por un lado, le damos la vuelta con mucho cuidado con la ayuda de un plato plano. Dejamos que se haga por el otro lado y tendremos nuestra tortilla de patatas lista para comer.